Todo nuestro apoyo a los vecinos de la calle Tribulete 7 ante la compra de su edificio por un fondo buitre. Los vecinos se han organizado para resistir, apoyados por el Sindicato de Inquilinas y por el conjunto del barrio de Lavapies. Tras 2 meses de movilizaciones donde todo el barrio ha estado a pie de calle encontramos que se ha hecho efectiva la compra. Los inquilinos son de socimi Elix Rental Housing, fondo buitre vinculado a la familia Aguirre y con capital norteamericano (fundamentalmente de Blackrock).

El barrio de Lavapiés lleva una década bajo el acecho de los fondos buitres. Nos encontramos un “barrio sin ley”, con narcopisos, poca seguridad en las calles, vecinos conflictivos… Todo para meter miedo y que se vendan los inmuebles a precio de risa. El bloque de Tribulete 7 ha vivido exactamente la misma historia: un bloque que pertenece a un particular que lo vende a un fondo buitre. ¿Y las personas que viven dentro?, pues que se marchen a otro lugar, que este edificio se reforma para convertirse en un hotel o en viviendas vacacionales para sacarle hasta el último céntimo a los turistas. Se ve que este tipo de viviendas hacen de repelente contra los narcopisos. Al final resulta que hacen un servicio comunitario….

Este es un pequeño revés, pero la batalla está lejos de acabar. Los vecinos de Tribulete 7 no van a dejar que estos buitres se salgan con la suya. Cuentan con el apoyo del conjunto de la sociedad madrileña en su justa reivindicación. Desde la Juventud de Unificación Comunista de España mandamos todo nuestro apoyo a los vecinos de Tribulete 7.

La vivienda es un bien de primera necesidad, no un producto de lujo. Los fondos buitres son incompatibles con el bienestar de la mayoría, en España 3 fondos buitres (blackrock, Lone Star y Cerberus) se han convertido en los principales caseros del país. Por eso, urge tomar medidas, no solo en Madrid, sino en toda España para cortarles las alas a estos fondos. Para empezar, deteniendo de forma inmediata todas las compras que están efectuando. Y por otro, confiscarles todas las viviendas que tienen (las cuales el 80% las tienen vacías a propósito para poder subir el precio) para contruir un parque público de viviendas.

Esta lucha no ha hecho más que empezar y solo puede terminar cuando logremos tumbar el poder de los fondos buitres y los nódulos que los sostienen.

 

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