En estas elecciones europeas se presuponía un gran terremoto, especialmente en los elementos más ultras de la derecha. La ultraderecha avanza, alcanzando el 24% de los votos y el 22% de los diputados, pero no cambia en lo fundamental el Parlamento Europeo.

Von der Leyen será reelegida con la misma política llevada hasta ahora: subordinación a los EEUU en la política europea y más recortes.

Y en el plano nacional, crecen los votos de VOX y sale del banquillo Se acabó la fiesta. Recibiendo el voto de 1 de cada 20 españoles. Pero España, junto con Portugal, son de los países donde menos crece el voto ultra.

A pesar del malestar de la inflación y que parte de los votos de la extrema derecha viene de los más precarizados, muchas y muchos no les votan sabiendo que detrás de ellos no está la alternativa. Siendo los verdaderos ganadores de estas elecciones la propia abstención.

Lo más importante es lo que no se dice

En estas elecciones ha quedado fuera del debate político son los grandes beneficios que en 2024 y 2025 tendrán los grandes bancos y el gran capital extranjero. Mientras que la mitad de las familias españolas no llegan a fin de mes, la inflación devora nuestros salarios y la vivienda cada vez es más inasequible. Todo mientras el gobierno negociaba con la Comisión Europea los recortes a aplicar para bajar la deuda.

El debate se ha centrado en el combate a la ultraderecha y en la presunta corrupción del entorno de Sánchez. Algo que todas las fuerzas preferían hablar, aceptando en los hechos los recortes. Sin importar quién lo aplique, tanto la izquierda como los ultras.

El bipartidismo se refuerza

El PP gana y amplía fuerzas, pero no barre. Esta victoria viene por la abstención de la izquierda. Hay una resistencia a la opción de gobierno nacional de los recortes, con un PP que necesariamente requeriría de los ultras de VOX y de SALF. Esto es lo que limita el ascenso del PP.

El PSOE ha resistido, y que, sin los datos de Cataluña, Navarra o Canarias, el resultado hubiese sido peor. Esa resistencia viene de minimizar el espacio a su izquierda, tanto de PODEMOS como de Sumar. Y de la negativa de una parte de los sectores progresistas a que gobierne un PP con apoyo ultra, que aumentaría los recortes.

Pero esta debilidad que muestra PSOE será cada vez mayor porque para muchas personas progresistas y de izquierda tienen claro que bajo este gobierno quienes ganan son los grandes bancos, fondos buitres y el gran capital extranjero.

El espacio a la izquierda, jibarizado y minimizado.

Entre PODEMOS y SUMAR se habla mucho de las cloacas del Estado que buscan dividir y enfrentar a la izquierda, junto con el acoso ultra. Sin negar que es cierto una operación por parte de los grandes nódulos oligárquicos de minimizar este espacio, no todo es achacable a esto. La pérdida de votos es progresiva desde hace varios años.

El enfrentamiento entre ambas fuerzas, acusándose mutuamente de traidores, así como las posiciones pro-hamas y pro-putin de Podemos, como la derechización de SUMAR, han llevado a estos resultados.

Y de nada ayuda la noticia de Yolanda Díaz de dimitir, especialmente en un espacio que muestra debilidad. Movilizar a miles de personas, para en las dificultades, dejarlos en la estacada, es un principio tóxico que hay que rechazar. Lo exprese actualmente Yolanda Díaz, como en su momento lo hizo Pablo Iglesias.

Todo esto solo favorece a los grandes bancos y el gran capital extranjero, los primeros interesados en la abstención y en minimizar la influencia de las y los más luchadores contra los recortes.

La unidad frente a la fragmentación

Se hunde el Procès; Junts y ERC se dejan más de un millón de votos. Pasan de 3 eurodiputados a 1. Aunque EH Bildu gane en Euskadi, es solo a 2000 votos respecto al PSOE y el PNV pierde la mitad de los votos. En las anteriores elecciones europeas los partidarios de la fragmentación en Euskadi superaban en 136.000 votos, ahora están por debajo de quienes defienden la unidad.

Y entre las fuerzas que defienden la fragmentación el discurso cambia. Centrándose en aspectos sociales más que en la independencia.

¿El verdadero ganador? No han sido los ultras, es la abstención.

Gráfica de DATADICTO_ES. 51% de abstención, 17% pp, 15% al PSOE,

Sin embargo es llamativo que a nivel europeo el mayor ganador ha sido la abstención. Nos bombardean en las tertulias del gran triunfo ultra, que jamás ocurrió. En cada elección queda de manifiesto su límite. Vox pierde fuelle, teniendo casi la mitad de los votos que en las generales de 2023.

Ni aún sumando los votos de Se Acabó la Fiesta se llega a los resultados. Por mucho que hablen de ir contra la élite, no son outsiders. Alvise ya trabajó dentro de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana y en UPyD, actualmente con lazos con El Yunque.

Sin embargo, es importante atender a unos hechos: la abstención. La mitad de los europeos no han ido a votar. Y en España sigue la misma estela. Esta desafección viene por la falta de acción frente a la inflación y el atraco de los grandes bancos y el capital extranjero. Deja, también, el terreno abonado para la extrema derecha.

Pero ningún supuesto outsider salvará a las clases populares. Solo con la organización de las y los jóvenes, las y los trabajadores,… podemos enfrentar este saqueo. Solo siendo conscientes de que debemos dirigir nuestro propio destino frente a quienes nos imponen los recortes, podemos de verdad cambiar el mundo de base.

No responses yet

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *