Con la última reforma de las pensiones se está profundizando en el siguiente mensaje: “la subida de las pensiones la pagan los jóvenes”. Se están difundiendo una serie de mensajes que refuerzan las acusaciones del Sistema Ponzi. Rechazamos estos mensajes que buscan promover la privatización de las pensiones enfrentando a jóvenes, baby boomers y pensionistas, presentando falsamente a estos últimos como privilegiados.
Falsas ideas de las Pensiones
Llevamos décadas hablando de la supuesta insostenibilidad de las pensiones públicas, pero esto no ha ocurrido. Es más, se ha fortalecido. Se dice que habrá que destinar más recursos en el futuro para las pensiones, dando la impresión de que es un gasto mayor que se debe recortar y obviando que el PIB subirá. En solo dos décadas, el PIB se ha duplicado. ¿Cuánto crecerá en 50 años? ¿Por qué no se menciona esto?
También se comenta que la relación trabajador/pensionista será cada vez menor. Sin embargo, no se menciona que en el sector agrícola y ganadero, la revolución en el campo y las mejoras técnicas han llevado a una reducción del personal, pero se ha incrementado la producción de alimentos. Menos trabajadores en el campo sostienen a más población. ¿Por qué esa lógica no se lleva a las pensiones? ¿Por qué se ignora la capacidad de creación de riqueza del trabajador? Invertimos, en porcentaje, lo mismo que hace 20 años.
¿A quién beneficia todo este enfrentamiento? Solo hay que ver las alternativas que se proponen: que una parte de los ingresos vaya a un fondo privado de pensiones. La privatización en su expresión máxima genera un rechazo generalizado, así que abren esa vía. Sin entrar en eso, ¿por qué la solución es esa y no la creación de puestos de trabajo en sectores con mayor valor añadido? Existe una tasa de paro estructural importante, y un tercio de los trabajadores están sobrecualificados. ¿Por qué no se aborda esto en vez de la privatización?
La realidad de los sistemas de capitalización
No nos oponemos a que haya fondos privados y quien quiera y pueda invierta en planes de pensiones privados. Nos oponemos a impulsar este negocio a consta de degradar el sistema público. Es ilegítimo y antidemocrático que el Estado degrade las pensiones públicas para abrir paso a los intereses privados.
El problema que encuentran es que, en España, hay una falta de capacidad de ahorro y también un sólido sistema de pensiones públicas. ¿Pero sabes cuáles serían las consecuencias de imponer este sistema? Veámoslo en otros países. Entre 1981 y 2014, más de 30 países privatizaron su sistema público de pensiones y al menos 18 han tenido que revertirlo. La privatización de las pensiones impidió que millones de personas pudiesen cobrar su jubilación. En Bolivia las mujeres con acceso a las pensiones se redujeron a la mitad. La privatización empobrece a los pensionistas y las cuantías cayeron entre un 40-50%
La transición de un sistema público a uno privado se paga con dinero público. Polonia destinó el 14% de su PIB a ello, Kazajistán un 36%. Reino unido financió parte de los planes de empresa y Argentina pagaba el 77% de las pensiones que no garantizaban los fondos privados. Y todo sin mencionar que el sector financiero fue el más beneficiado de los ahorros de los jubilados.
Ni son seguras, ni son sostenibles. Solo viendo en España. El 5% de los planes privados están en positivo y el 13% supera la rentabilidad de la deuda pública. Los distintos países que privatizaron su sistema público de pensiones, muchos lo han revertido como Polonia, Bulgaria, Argentina, Bolivia, Kazajistán, Hungría,… porque no ha servido para traer bienestar y seguridad.
Las pensiones públicas son sostenibles porque se basan en un sistema de reparto solidario, a diferencia de las pensiones privadas. Se basta en un esfuerzo colectivo y su gestión pública permite dar decisiones de justicia social como establecer que haya una pensión mínima y una máxima o pensiones no contributivas. La Seguridad Social tiene superávit y su déficit anterior era porque había gastos impropios.
Blindar las pensiones en la Constitución
Siempre ha habido ese deseo de privatizarlas. Pero nuestros mayores deben tener la estabilidad de que lo van a cobrar. Nosotros, las y los jóvenes, debemos tener estabilidad en el futuro de que la vamos a cobrar. Y que los continuos debates sean de cómo mejorar este sistema.
No podemos tolerar que ataquen las pensiones públicas. Porque es algo que nos afecta a todos. No son 9 millones de pensionistas, somos 47 millones tanto actuales como futuros. Y con la privatización reducirían ligeramente la de nuestros mayores, pero las nuestras acabarían por condenarnos a un periodo de inestabilidad en nuestra vejez. Esa es la consecuencia si solo hubiesen pensiones privadas sin el sistema público
Las pensiones públicas nos afectan a todos. Por eso somos una de las organizaciones integrantes de la MERP e instamos a los partidos y coaliciones que, en estas elecciones autonómicas, municipales y generales, lleven en su programa el blindaje constitucional de las pensiones tal y cómo se instó en el debate de la Sexta Xplica
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